viernes, 8 de mayo de 2009

Fuga


¿Cuánto vale una palabra?

¿Un gesto?

¿Una lágrima?

¿Cuánto tiempo ganamos,

con nuestra maldita ausencia?

¿Y cuánto perdimos,

estando terriblemente ausentes?

Hoy, la insoportable agonía

de cada nuevo día

se hace presente,

y allí estamos,

contemplando

cómo tu sueño

se hunde,

profundamente,

en horas que ya no volverán,

tangos que ya no tocarán,

mates, gestos,

veredas, charlas,

historias,

momentos...

¿Dónde va tu memoria,

que vaga,

moviendo tus párpados

y, minuciosamente,

parte de tu cuerpo?

La mía se ha detenido

en tu preciado recuerdo,

en tu sonrisa,

tu voz,

tu mirada,

tu abrazo,

tus besos.

Si hoy tan sólo pudiera,

te diría:

"lo siento".

Te quiero

con todo mi corazón.

Gracias, por ser mi abuelo.